Dias grises en Lisboa.
Te llueve de abajo a arriba, a cada paso que das, sintiendo la humedad en los pies que te sube hasta el corazón y lo encoje, y todo es mas gris, mas triste, mas melancólico y de algún modo mas bello. Caminar despacio ayuda a sentir todo eso, tuve que aminorar la marcha después de joderme la pierna sufeando, adoptando una cojera notable que no me permite ir a mi velocidad normal y la gente pasa mas despacio delante de mi, los veo mejor, el rostro, como caminan, como se ríen y la historia que hay detrás de todo eso. Estos dos días en Lisboa han sido mas una sala de espera para Bangkok, pero aun así han dado de si, como siempre lo mejor es la gente que conoces, aparte de una nueva capital de un pais para ampliar algo mas eso que algunos llaman cultura general y yo llamo vida. Caminando por el centro de Lisboa vi una manifestación por la precariedad de empleo, vi turistas, tipos ofreciendo marihuana, tipos durmiendo entre cartones, apostados en la puerta de una tasca, tipos de aqui y de allá, tipos con rostros familiares, duros, morenos, con siglos de historia en las arrugas. Me gustó la historia de la bandera, el rojo por la sangre derramada en las guerras a lo largo de la historia, el verde por la esperanza de aquellos navegantes valientes que se hacían a la mar a descubrir nuevas tierras, cuando no había low cost ni google y apenas sabían que la tierra parecía ser redonda.
Sin embargo, lo mejor de Lisboa es el lugar que me protege de estos dias de Noviembre lluvioso. Un hostal que me enamoró desde que vi su web, el Sunset Destination, sin duda el mejor en el que he estado nunca. Si alguna vez tengo el mio quiero que sea al menos como este. Todo está diseñado por el dueño un arquitecto con quien hablé y le di mi sincera enhorabuena. “Simplemente tratamos de hacer las cosas bien, no me voy a hacer rico pero la satisfacción vale mas que el dinero.” Amén. Con dos cojones. Todo está hecho con un detalle y un gusto especial. Si alguien tiene pensado ir a Lisboa, que no cometa el error de no venir a este hostal. 10€ con desayuno incluido, para que luego no digan que viajar es caro. http://www.destinationhostels.com/index.php?pagina=33
Por cierto, una nota para acabar. Apenas vi llegar a los dos pavos los calé. Olían a españoles a kilómetros, Pepe y Manolo. Muy graciosos ellos, son unos tipos de puta madre, eso si, cerveza, tapas y todo eso, una habitación barata. Llegan al hotel y ni una jodida palabra en inglés, pero ni una, apenas jelou. Pero no contentos con eso ni en portugués se entendían. Tuvo que acabar el recepcionista hablando español… Se pueden justificar diciendo que la educación, que la ESO, y es verdad, nos educan para ser imbéciles, pero no me jodas. Los portugueses, al menos eso lo llevan mejor que nosotros, su nivel de inglés es infinitamente mejor y principalmente, según la gente con la que hablé y yo mismo lo pienso una de las principales razones es la estúpida costumbre de doblar las películas… somos el único país junto con Italia que yo conozca que doblamos las películas, el único país donde Robert de Niro tiene la voz de un tal Paco Perez. Cualquier de los países donde he estado que no doblan las películas todos tienen un nivel infinitamente mejor que nosotros en otros idiomas, desde Marruecos a Cuba pasando por Escandinavia. Casi todos los idiomas que hablo los aprendí en gran parte gracias al cine y la musica asi que po favó, españoles, haceros un favor que la cosa se va a poner aun mas chunga, fijo, y aun quedan cineclubs en versión original, la biblioteca publica y en una situación extrema la piratería para de paso que ves una película, aprender algo de idiomas.
La ultima imagen que me dió Lisboa, fue la de esta chica. Fue la única foto que hice hoy. Estaba hablando con un inmigrante senegalés cuando giré la cabeza y la vi. Salí disparado, la hice, quité la vista del obturador y me quedé así, mirando en silencio, inmóvil como la chica, en un momento en que el tiempo se detuvo. Pasaron unos segundos eternos y finalmente se dio la vuelta y comenzó a caminar, cuando me sobrepasó sali detrás de ella, quería que viese la foto. Llamé su atención en varios idiomas pero no respondí, al final le toqué el brazo y le enseñe la foto. ¿Que piensas de esta foto? Pregunté. “Es melancólica”, dijo con un rostro que decía mas que las dos palabras que pronunció. “Gracias, que tengas un buena día respondí.”
