Uno se pregunta cual es el maldito secreto de la felicidad. Y para mi en este momento está muy claro, es pasar la mayor parte posible del tiempo haciendo aquello que te acerca a tu mente, cuerpo y corazón. Punto. Tan simple y tan complejo. Estos ultimos dias, eso que llamamos felicidad imagino que es lo que sentimos la mayor parte del tiempo, mi compare el Jesus y un servidor. Con un coche, una camara, una tabla, el Atlantico y algo de pasta tambien soy feliz yo también puede pensar alguien, y es eso exactamente lo que necesitamos nosotros, ni mas ni menos, al alcance de cualquiera oiga. Es que mi trabajo, es que el coche, es que la hipoteca, es que el dinero, es que el tiempo… Ja! Es muy facil, basta decir: Hasta aqui hemos llegado.
Como dijo Alejandro, por ejemplo, nuestro instructor de surf en Peniche, Portugal. Vinimos a uno de los mejores sitios de surf del mundo con la idea de mejorar de una puñetera vez, aunque eso era solo una excusa para volver a hacer otro viaje juntos, despues de tanto tiempo, después de nuestras aventuras surrealistas en Cerdeña y en Asia de nuevo on the road, surfeando la ola que mas acojona, la de la vida, con un par de huevos y mucha alegria.
Vinimos aqui a encontrarnos con un paisano de Almeria que dijo: Hasta aqui hemos llegado. Suena bien eh, tienes ganas de decirlo… pero da miedo, miedo a ganar. El lo dijo y aquí está desde hace ya tres años. En Almería vivió lo que es ser autónomo y llevarte el trabajo a la cama y lo que es trabajar para que tu jefe se forre a costa tuya. Vivió lo que era vivir para pagar una casa, una tele de plasma, una cocina de diseño y tantas otras cosas que eran utilisimas para apartarle de lo único que realmente quería hacer: surfear, jugar con las olas, punto. Hasta que lo dijo: Hasta aquí hemos llegado. Al carajo la casa, el trabajo, el jefe y la madre que los parió. Me voy. Y aquí está. Haciendo lo que le gusta y viviendo de ello como un rey.
Así que aquí seguimos, tres almerienses jugando con las olas en Peniche, comiendo centollos y riéndonos de la vida hasta que esta decida darnos por culo, aprovechando mientras dure, hasta que llegue el momento de cambiar de continente y continuar la aventura en otras tierras.